viernes, 25 de enero de 2013

Fotografía digital: del negativo al píxel


Fotografía digital vs tradicional

Charla webinar de fotografía digital con los fotógrafos Javier Bauluz, Victoriano Izquierdo y un servidor. Moderado por Mari Trini Giner, ¡gracias por la invitación al Observatorio para la Cibersociedad! Os dejo el vídeo y mi reflexión.

Siempre he tenido cámaras y me ha gustado guardar muchos recuerdos en fotos. Pero la gran inversión en una réflex, una Canon 450 D llegó un día que una revista me encargó un reportaje para Peter Hook, el bajista del grupo New Order y a partir de ahí vino la cuenta PRO en Flickr y los buenos discos duros. Aunque he tenido problemas este año con el almacenamiento de la biblioteca, unas 35.000 imágenes, ya está solucionado.

A veces he pensando en cambiar a 500px pero tengo la esperanza que la nueva jefa de Yahoo mejore Flickr. Desde luego a nivel de aplicación móvil ya lo ha hecho. Está muy bien y en la web están dando pequeños pasos.

Hace poco leí un genial post sobre las técnicas de la fotografía y el ser fotógrafo de Instagram o réflex y el clásico cuñado que pregunta. Bueno, yo creo que todo puede ser combinable. Mi parte periodística tiende a reflejar más cómo es un lugar, sus calles, tráfico, antes que montar una escenografía con actores como suelen hacer algún fotógrafo. Y el tema de filtros lo veo muy práctico para resaltar algunos aspectos, tampoco como para hacer la foto irreal. De hecho ya hay cámaras réflex que empiezan a traer filtros. Siempre ha existido el retoque fotográfico otra cosa es que ahora sea muy fácil y evidente como aplicar un filtro.

Métro Opera
Metro Ópera de París

En Instagram a veces no es tanto la cámara sino la técnica. Quiero decir, hasta hace poco tenía un iPhone 3GS, cuya cámara no es muy buena, y una vez me preguntaron con qué móvil hacía las fotos porque estaban muy bien.

Uno se fija en la composición, cómo montar la foto, no retocarla demasiado. Hay fotos de colores fluorescentes en paisajes, pasados por varias aplicaciones, que supongo que a alguien le gustarán. A mí no. A mí me gusta hacer fotos de mis viajes o de Madrid, donde suelo pasar más tiempo. Porque de mi día a día no tiene mucho interés fotogénico: sentado en una oficina o en el sofá de casa trabajando. Suelo inventarme una etiqueta o hashtag para agrupar los viajes.

Collins Street, Melbourne - Victoria (Australia)
Callejón Collins en Melbourne

Pero tampoco hay que ponerse talibán con el estilo de fotos. Si a uno le gustan las fotos de comida o huevos fritos, puedes usar la etiqueta #huevosfritos y deleitarte cada día con fotos tuyas o de otros. Yo utilizo mucho las etiquetas para buscar imágenes de sitios. Me gusta mucho viajar a veces sin moverme. A veces cuanto más lejos mejor, por aquello de lo desconocido. Por ejemplo sigo a un chico que vive en Corea del Norte, otro en Mongolia y otro en Congo. Cada uno es friki de algo, yo por ejemplo de las fotos aéreas o desde aviones. Una vez vine desde Japón haciendo fotos del paisaje, porque el día avanzaba con el vuelo, mientras el resto de la gente dormía. Como no puede uno estar todo el día viajando veo las fotos de la gente con #aerialview. Claro que en Instagram hay mucha “morralla” a veces y tienes que darle mucho a la pantalla llegar a una foto interesante.
Servidor en Gijón - Foto de Enrique Rapp 

Sobre el tema de derechos y que Instagram utilice mis fotos la verdad que no me preocupa mucho. Hay gente que se ha pasado a EyeEm. Pero desde el primer momento que compartes algo en Internet sabes que puede ser usado comercialmente, a ver de qué van a vivir éstas empresas si no es de tus datos e información. Con Creative Commons cualquiera puede utilizar tu foto con mención y atribución. Lo que no quieras compartir mejor te lo guardas en local. Yo no suelo hacer fotos a mi familia por ejemplo, sé que no les gusta aparecer y mucho menos que Facebook las vaya a utilizar. 

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