Adiós a un símbolo de Madrid
Firestone-Bridgestone Hispania obligada a retirar el cartel que lucía desde 1956 sobre el eje de las calles Alcalá-O'Donnell porque el ayuntamiento de Madrid no lo considera un elemento histórico.
Durante los días 11 y 12 de marzo tres operarios han retirado letra a letra un pedazo de historia de Madrid. La ciudad dice adiós a 58 años de cartel luminoso Firestone sobre el edificio situado en la calle Aguirre, esquina con O'Donnell. La ordenanza de publicidad exterior de 2009 del consistorio les obliga. Sólo se han salvado el de Tío Pepe en Sol, Schweppes en Callao y BBVA en Castellana.
«Firestone» estaba fuera de la protección municipal. ¿58 años no son historia de una ciudad? El cartel estaba actualizado en materia de seguridad y mantenimiento indicaba a Cadena SER Sonia Navarro, responsable de comunicación de Bridgestone-Hispania. La empresa propietaria ha estado 5 años batallando por vía contencioso administrativa con el ayuntamiento. Finalmente ha perdido. Y también la ciudad de Madrid.
Si no cuidamos los símbolos, esa marca Madrid que tanto reclama la hostelería el apoyo del ayuntamiento, se va resintiendo. Nos preguntamos por qué Barcelona es más atractiva que Madrid. Llevo viviendo 12 años en Madrid y sí, creo que está algo decadente, no hay más que ver los bares y restaurantes cerrados por la crisis. Por poner ejemplos: la basura antes era recogida las 24 horas, el metro era mejor y también ha empeorado. Abrazar el turismo low cost no es sinónimo de éxito. La subida de tasas aeroportuarias hechas por el gobierno tampoco ayudan.
Ayer y hoy la empresa ha ido cortando con una radial las letras detrás de una malla protectora para evitar que cayeran abajo. Bajo la etiqueta #cartelFirestone lo he ido tuiteando. La letra "e" se ha resistido mucho, unos 60 minutos. Quizás no quería desaparecer. Abajo en la calle esperaba el "coche fúnebre" para retirar los restos.
«Se conoce que al no dar dinero al ayuntamiento no interesaba conservarlo» se lamentaba el portero. Porque a la comunidad de vecinos sí le suponía unos buenos ingresos explicaba.
«Es una pena porque desde que vine a Madrid está ahí encima. No lo conozco de otra forma este edificio», resumía esta mañana el portero. En Twitter también podían leerse reproches al ayuntamiento:
Mi primer novio «serio» vivía al lado de ese cartel de Firestone. Jo :______
— Elisa (@Elisa________) March 12, 2014
Seguro que lo más urgente que hay que hacer es lo del cartel de #Firestone @Ayto_Madrid ? Irse a pastar.
— Nanook (@NanookTheEskimo) March 12, 2014
Hay que ser cutre para retirar el luminoso de #Firestone, @Ayto_Madrid. Luego que si baja el turismo, so desgraciados, cómo no va a bajar!
— Silvi (@Silvi_ta) March 12, 2014
Rótulo de Firestone de 1956: Eliminar. Rótulo de Tío Pepe de 1959: Desplazar. Rótulo de BBVA de, como mucho, 2001: Conservar.
#MadridDeCoña
— Antonio Villarreal (@bajoelbillete) March 12, 2014
Alternativa al #cartelFirestone vía @sinonevero pic.twitter.com/qeE0v4jFnb
— Alejandro Muñiz (@amunizdelgado) March 12, 2014
Y es una pena trocear así la vida de una ciudad. En Las Vegas los luminosos viejos son llevados al museo de neones. En Los Ángeles incluso hacen un documental sobre el repintado del cartel de Hollywood. Las ciudades que logran ser identificadas con iconos consiguen mucha ventaja frente a otras. La memoria es selectiva y gusta de símbolos. En Sidney con el Opera House, París es la Torre Eiffel, Nueva York con el Empire State; Londres y la torre Big Ben... En Madrid, y en general España, nos cuesta cuidar la historia. Somos más del borrón y cuenta nueva. Ésta foto ya es historia:
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